Boceto en la cafetería del aeropuerto, Schönefeld, en el que no se oía ni el murmullo de la cafetera...
Paseos interminables, árboles, bancos, gente paseando, más bicicletas...
Brandenburger Tor, generación X incluída.
Boceto de la puerta que años atrás separase los dos Berlines. Hoy es símbolo reconciliador entre ambas partes.
Otro símbolo de la ciudad. Vitrinism and visual merchandising en estado puro.
El Fernsehturm, antigua torre de televisión durante la época de la RDA, imagen que te persigue por toda la ciudad, con sus 368 metros de altura, uno de los edificios más altos de europa.
Chekpoint Charlie, famoso paso fronterizo, donde hoy se unen los barrios Mitte y Kreuzberg.
Citröen Ds, el tiburón, catalogado entre los mejores diseños del siglo XX, atravesando este punto, seguramente conducido por algún diplomático o alto cargo de la época, bueno, por su chófer.
La Berliner Philharmonie, 1963, de Hans Scharoun, considerada su obra cumbre y una de las salas de conciertos más importantes del mundo, por su acústica, el flujo de circulación que se da en el interior, su manera de llevarte a través los espacios.
Dentro del mismo Kultuforum, la Neue National Gallery, de Mies Van Der Rohe, parece esperar, imponente. Su construcción, en un año como 1968, supuso un impulso cultural para una ciudad que parecía perdida, entre antiguas costumbres prusianas y sin apenas clase media intelectual.
Los estrechos pasillos que se crean entre los bloques, la diferencia de nivel sobre el terreno, los volúmenes alineados, grises, sin diferencia aparente, hacen que puedas sentir por un momento la ausencia de dignidad, el trato inhumano, la soledad, lo absurdo.
El Reichstag, coronado por la cúpula de Norman Foster, 1999. El arquitecto quiso que la misma quedase abierta, como símbolo de que lo que se hablara en el interior del edificio pudiera llegar al pueblo. Utopías aparte, esta cúpula de vidrio y acero es ejemplo de arquitectura sustentable, por su sistema de iluminación y ventilación, y con sus 360º de vistas hacia Berlín, museo viviente de la ciudad.
Esta foto se llama, ¿Es que nadie más ve la diferencia entre este mobiliario urbano y el de polipropileno con publicidad de refrescos?
http://www.niederlandeweb.de/de/content/Berlin/Neubau/rundgang/
Jüdisches Museum, obra de Daniel Libeskind, 1999. Quiere provocar un sentimiento de vacío, el mismo que dejaron los judíos en Berlín. La verdad es que logra hacer cuanto menos que te estremezcas, cuando ves asomar su armazón metálico entre los árboles de Lindenstrasse. La zona de exposición tiene planta en forma de rayo, planos que cortan el espacio de manera asimétrica y vigas imposibles. La recepción, la tienda y el restaurante, se ubican en un edificio contiguo, de planta en forma de U, con un atrio central acristalado, desde donde puedes ver el jardín.
Bueno, esto ha sido mi Berlín, lo que yo he visto y la percepción que he tenido de la ciudad en mi primera toma de contacto. Oranienburger, Café Zapata, Estudio 54, Ramones Museum, los mercados, los capuccinos, las galerías de arte punkies, las tiendas retro salidas de un "retrospecter", Berliner Mauer East Side Gallery, la vida nocturna, el maldito agua con gas y las cervezas mientras ves una peli en versión original o vas en el metro, son otra entrada...